Es bien sabido que la cacería ilegal es una de las actividades que causa una disminución de las abundancias poblaciones de distintas especies de vertebrados. Esto puede desencadenar grandes consecuencias en distintos niveles como por ejemplo, cambio de sistemas de polinización, aumento y prevalencia de enfermedades zoonóticas, alteración de los patrones de actividad, cambio en composición y estructura de los bosques, entre otros. Por ende, es un problema latente que los gobiernos, población e investigadores debieran prestar mayor atención, pues conlleva problemas ambientales, como también económicos y sociales.
Pues bien, esta actividad ciertamente es difícil de cuantificar, usualmente los sitios donde se realiza son de poco acceso o bien no se designan muchos recursos para detenerla, lo que permite que sus acciones queden impunes. Además, muchas veces se desconoce el motivo de la cacería, pues puede ser por subsistencia (consumo directo), venta de alguna parte en específico, por ejemplo las ornamentas de los venados o para traficar pieles.
El artículo presentado en Crime Science en 2019 indaga en la estructura detrás de la caza ilegal de jaguares para la producción de "pasta de jaguar" un remedio utilizado en Asia que asegura curar varias enfermedades. Este se basa en la actividad ilegal en Surinam, donde se muestra que en realidad esta red ilegal de comercio es más grande de lo que se pensaba ya que el proceso cuenta con varias personas, desde la persona que realiza la cacería, la persona que contacta a compradores en Asia, el transportista, el procesador de la pasta, el exportador, el importador, entre otros.
Es importante mencionar que el artículo brinda también soluciones de como detener esta actividad en cada uno de los niveles de la estructura, pues detener dicha actividad debería ser prioritaria para conservar las poblaciones actuales, ya que probablemente también se da en otras partes de la distribución del jaguar.
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